Sh’ma, su pronunciación evoca esa clásica canción de infancia que nos insta a guardar silencio y escuchar, y es precisamente allí, “en la escucha activa”, donde se encuentra el yacimiento del discurso de nuestra Compañía, donde se reciben instrucciones, donde se imparte la visión, donde se articulan el hablante con el oyente y el verbo escuchar se transforma en hacer. Sh’ma Capital escucha, articula y hace.
Pero no sólo era necesaria la comprensión de la fonética de nuestro nombre (ni qué decir del origen, tan amplio que constituye oportunidad de un nuevo artículo próximamente), o la robustez contundente de los pilares del quehacer; cuando se imaginaba y creaba la historia detrás de la marca, había mucho más por comunicar, y sobre todo también, por representar. Sh’ma Capital es una bandera que se enarbola en lo alto de una cordillera, una bandera de valor en lo alto de la cadena montañosa más larga del planeta.
¡Eureka! la búsqueda “del origen narrativo de la originadora”, nos remontó a nuevas alturas, muy por encima del Aconcagua, y tan legendario y nuestro como los quechua, tan rico y diverso como el relieve colombiano. Así surgió la metáfora que respalda la estructura de la organización, donde “tres es uno”, semejante a la cordillera de Los Andes en Colombia, tres ramales independientes (Cordillera Occidental, Central y Oriental), una sola y la más espectacular de Latinoamérica.
La cordillera como fuente de inspiración se convirtió en una ilustración casi providencial de la participación de sus tres socios fundadores, acompañados del equipo actual, sistemas montañosos periféricos que, forman junto con ellas la geografía o sistema montañoso, un rascacielos al que denominamos Sh’ma Capital, una formación sólida como roca, que roza el cielo. En el futuro, cuando se alce la vista a las montañas que abrazan nuestro continente, no sólo se evocará la fuerza interna del planeta, los movimientos y choques de placas que las formaron, o el punto cardinal por donde sale el sol, sino un lugar de convergencia e interconexión al que llamamos ecosistema, y en donde nosotros habilitamos… lo que tradicionalmente no había sido posible. Sh’ma Capital, habilitadores financieros de ecosistemas de activos no tradicionales en la región.