Skip to main content

Meses antes de la pandemia, era común ver como en Bogotá explosionaba una revolución en la movilidad; la llegada de patinetas eléctricas, el uso diario de la bicicleta y en algunos casos caminar. Todo en pro de mejor la movilidad de una ciudad, de a poco colapsada por el precario desarrollo de infraestructura y el crecimiento vertiginoso del parque automotor. El afán por mejorar la ya deteriorada calidad del aire de la ciudad mas, tal vez, una moda verde impulsada por los milennials y centennials cuya visión y conciencia ambiental envidiarían nuestro líderes.

Sin embargo, debemos ser sensatos, estamos lejos de desarrollar verdaderos planes de descarbonización de nuestra economía y ello claramente se refleja en que se perpetúan prácticas industriales y sectoriales basadas en combustibles fósiles. Una mirada rápida pasa por prácticas agrícolas y ganaderas extensivas, industrias obsoletas ubicadas en medio de las grandes urbes y un parque automotor, especialmente de carga, avejentado.

Según cifras del RUNT y del portal Andemos (Junio 2020), en Colombia existen alrededor de 102.555 vehículo de carga (tractocamiones y volquetas), de los cuales alrededor del 50%, es decir, 51.828 tienen más de 20 años de operación, con lo cual es fácil concluir por qué el transporte de carga pesado en considerado la principal fuente de emisión de gases contaminantes y partículas a la atmósfera. Si lo comparáramos con otros países de la región, en promedio el parque automotor colombiano de carga está 6 años por encima del promedio de países latinoamericanos y 13 años por encima del promedio de países que conforman la OCDE, con un atenuante, el 87% de los propietarios de estos vehículos son considerados pequeños transportadores.

Por ello, desde Sh’ma Capital hemos decidido promover la primera flota de transporte verde del país, a través de un ecosistema de inclusión financiera para camioneros independientes. Sabemos que hacerlo implica desafiar viejos paradigmas que por años nos han acompañado, pero al mismo tiempo constituye la gran oportunidad de desarrollar un programa a gran escala que renueva el parque automotor en Colombia en los próximos años.

Por ahora siga adelante con su patineta eléctrica o con su bicicleta como vehículo de transporte diario, muy pronto podrá sumarse a otra iniciativa de transformación ambiental, cuando le demos la bienvenida al Ecosistema Samán, el primer Fondo en Colombia que une el trabajo del camionero tradicional y los suyos, con oportunidades de crédito que financian su labor y fuente de ingresos, para impulsar el desarrollo del transporte sostenible en el país.